A los 40 años, la Princesa del Pop festejó su libertad para crear y amar

Su carrera comenzó a los diez años en «El Club de Mickey Mouse» y su ascenso parecía no tener límites. Sin embargo, la presión de la fama y los excesos marcaron su vida al punto que su padre fue nombrado tutor por la justicia. Recién este 2021, una jueza le devolvió la posibilidad de decidir su propio destino.

El 2 de diciembre de 1981 nacía en Mc Comb Misisipi una de las estrellas del pop que marcaría a fuego a la música de finales de la década del ’90.

Britney Jean Spears comenzó su carrera artística desde muy pequeña, teniendo su gran oportunidad en 1992 participando del programa «El Club de Mickey Mouse», con apenas diez años. La bailarina y cantante comenzó una carrera meteórica, con miles de fans alrededor del mundo, y que le han hecho vender más de cien millones de discos.

En 1999, tras firmar un contrato discográfico con la compañia Jive Records, llega la consagración de una adolescente Britney, vendiendo millones de copias, llenando estadios y encabezando largas giras por todo el mundo.

Alabada por artistas de las talla de Madonna, la carrera de Britney Spears parecía no tener techo, pero como les ha pasado a varias y varios artistas que comenzaron sus carreras desde muy jóvenes, la presión de la fama, los entornos, y el coqueteo con las sustancias, le pasaron factura a la «Princesa del pop», y comenzó un capítulo turbulento de su vida. 

En caída libre

En los albores del año 2000, Britney Spears recibía su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, con tan sólo 21 años, siendo la artista más joven en recibir ese reconocimiento.

En estos años la artista siguió trabajando, pero ya sin poder tener el control de su carrera, ni de su vida personal, todo era monitoreado por su padre y un entorno impenetrable que le habían creado a la rubia.

Pero los problemas comienzan a interponerse en su carrera hacia 2004, al punto que tuvo que dejar los escenarios durante tres años. Reapareció en el 2007, con un nuevo disco -«Blackout»- y otra vez fue recibida con los brazos abiertos por su leal público.

La artista estuvo 13 aos sin poder disponer de su propia vida ni de tomar ninguna decisin sobre su patrimonio
La artista estuvo 13 años sin poder disponer de su propia vida, ni de tomar ninguna decisión sobre su patrimonio.

La artista no pudo superar la crisis anterior y otra vez presentó comportamientos erráticos, y un deterioro físico notorio, por lo que la justicia norteamericana le otorgó la tutela a su padre Jamie Spears a comienzos del 2008.

En estos años Britney siguió trabajando, pero ya sin poder tener el control de su carrera, ni de su vida personal: todo era monitoreado por su padre y un entorno impenetrable que le habían creado a su alrededor.

Los fanáticos de Britney comenzaron a visibilizar la problemática que estaba atravesando la estrella, a través del hastag #FreeBritney, que se viralizó en las redes sociales, Jamie Spears dijo a medios internacionales que ese movimiento que habían generado los fanáticos era sólo una broma; sin embargo los años pasaban y Britney no podía disponer de su vida.

Madre de dos niños que tuvo con el bailarín y rapero Kevin Federline con quien, luego de tres años de matrimonio, atravesaron un turbulento divorcio por la tenencia de Sean Preston y Jayden James, sus hijos. Parecía que la vida no le daba otra oportunidad a la rubia.

A lo largo de su carrera, Britney Spears vendió más de 100 millones de discos en todo el mundo

Pero el ruego de sus fanáticos y el impulso del movimiento #MeToo hicieron que los medios comenzaran a tener otra mirada sobre la tutela que ejercía el padre sobre Britney. Tras 13 largos años, recién en 2021 la cantante pudo elegir a un abogado, dar su testimonio ante el tribunal en California y exponer cómo fueron los años que estuvo bajo la tutela de su padre.  

Emocionada por la incondicionalidad de sus fans, ella dio un emotivo mensaje de enorme agradecimiento por haberla apoyado siempre y por creer en su palabra. Definitivamente, a los 40 años hoy vuelve a tener una oportunidad de amar -está en pareja con su entrenador personal Sam Ashgari- y de crecer en libertad.

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